Aprender a convivir con el Bosque Andino Patagónico

Estamos perdiendo parte de estos bosques y debemos tomar conciencia de que debemos convivir y no competir con el bosque”.

La definición se refiere a la “competencia” que encabeza el hombre al radicarse en los bosques nativos, la compra de terrenos y la construcción en lugares atractivos por sus árboles nativos y vistas al lago Nahuel Huapi y a las montañas.

Ese mismo atractivo se va convirtiendo en la amenaza del bosque, cuando al construir, los vecinos van volteando árboles para hacer lugar a la casa, por “riesgo temido” por eventuales caídas de ramas o árboles, y por ampliar las vistas.

“Muchísima gente que se vino a vivir a Bariloche o a la Patagonia fue por el atractivo de la vegetación, los lagos y el ambiente que nos rodea, este recurso formidable. Pero lo primero que hace la gente es intervenir el bosque y voltea el bosque nativo”, explicó.

“Ahí empezamos a competir con el bosque. La mano del hombre tiene más poder y siempre pierde el bosque. Las regulaciones locales, provinciales y nacionales apuntan a evitar eso y hay que respetarlas. Tomar conciencia de que si vivimos acá tenemos que aprender a convivir con el bosque y no competir con él”,