La facultad física y emocional durante la gestación y luego del nacimiento, sobre todo al momento de su nacimiento es necesaria ya que permite vincular el apego del bebé a la madre.

Este derecho es fundamental porque permite que la relación entre el hijo y la madre se prolongue durante el resto de su vida.

Es el derecho de un bebé recién nacido y el de su madre de estar el mayor tiempo posible juntos sin ser separados por ninguna persona ni institución, siempre y cuando ambos estén sanos.

El recién nacido tiene el derecho de ser atendido exclusivamente por su madre durante el primer año y la madre tiene el derecho de disfrutarlo el tiempo que crea necesario.

Cuando se trata de un bebé prematuro, lo mejor y más recomendable es que esté el mayor tiempo posible piel a piel con su madre hasta alcanzar peso y estabilidad en su salud.