Otro golpe al bolsillo: vuelven a aumentar los combustibles desde septiembre

El decreto, firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, establece que la nafta sin plomo y la nafta virgen deberán abonar $10,52 por litro de impuesto, mientras que el gasoil pagará $8,57. A esto se suman otros $4,64 como monto fijo en el caso del gasoil, además de $0,60 y $0,90 por el tributo a la emisión de dióxido de carbono.
El incremento corresponde a la actualización del segundo trimestre de 2025 prevista en la Ley 23.966, que obliga a ajustar los montos en forma trimestral de acuerdo con la variación del Índice de Precios al Consumidor. Si bien el aumento debía aplicarse en julio, el Gobierno decidió postergarlo para no sumar presión a la inflación en ese momento.
Las compañías petroleras todavía no anunciaron de qué manera trasladarán el impuesto a los surtidores. Sin embargo, YPF ya confirmó que, bajo su sistema de “micropricing”, ajustará los precios según la demanda en cada estación de servicio y no comunicará públicamente los aumentos.
En los considerandos de la norma, el Ejecutivo argumenta que la decisión de avanzar con la suba busca “continuar estimulando el crecimiento de la economía a través de un sendero fiscal sostenible” y dar previsibilidad tanto a las empresas como a los consumidores sobre la evolución de los precios.


























