El hidrógeno verde, el combustible del futuro que no contamina y abunda en la naturaleza, tiene a científicos y tecnólogos en Río Negro avanzando con múltiples investigaciones y desarrollos. Uno de los más interesantes y virtuosos es el uso de las algas para producirlo, con procesos que además usan gases contaminantes y efluentes domésticos, y generan aportes al biodiesel y la industria de la alimentación.
Fecha: 24 de julio de 2021

Bióloga Carolina Bagnato.Crédito: Subsecretaría de Prensa.
“Trabajamos con algas aisladas del ambiente, de la región andino patagónica norte, y las estudiamos en el laboratorio para entender el metabolismo y los procesos que conducen a la producción de metabolitos de interés, entre ellos el hidrógeno”, resumió la bióloga Carolina Bagnato.
La investigadora dirige ese programa en el Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable (IEDS) de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), en el Centro Atómico Bariloche.
“El hidrógeno es tan perfecto por el bajo impacto ambiental que tiene al usarse como combustible. Y esta forma de obtenerlo con el proceso de fotosíntesis especial que tienen las algas, cero contaminante, es impulsado por energía solar gratuita para todos. Por eso es que hay en el mundo mucho interés. Es hidrógeno absolutamente verde”, afirmó.
Explicó que centran el trabajo en el los procesos metabólicos de las algas para optimizar y mejorar sus rendimientos y obtener una mayor cantidad de hidrógeno por litro de cultivo.
También de las algas obtienen otros elementos, como los lípidos: “los aceites de las algas se usan como material para la industria del biodiesel, otro combustible que está en auge y es totalmente requerido. Y como en el caso del hidrógeno, es producido de manera renovable y más sustentable que otro tipo de combustibles”, dijo.
El trabajo con algas tiene la enorme virtud de acoplar procesos en el concepto de biorefinería y además de producir combustibles y otros elementos de manera sustentable, pueden nutrirse de residuos contaminantes, como efluentes domésticos o emisiones de dióxido de carbono, uno de los principales causantes del efecto invernadero que destruye el planeta.
“Así desarrollamos la biomasa de algas que después se usa para producir hidrógeno o biodiesel, mitigando contaminantes de alto impacto en el ambiente”, sostuvo.


























