Desde el movimiento de agricultura familiar y productores rurales manifestaron su preocupación ante la inminente temporada de sequía y el alerta por la emergencia hídrica. Referentes del sector piden acompañamiento del Estado e infraestructura para poder enfrentar la grave situación que prevén.
Fabiana Goye, miembro de la Federación de Organizaciones Nucleadas de la Agricultura Familiar (FONAF) expresó: “estamos muy preocupados por el tema de la sequía porque nos va a limitar la producción, la cría, el pastoreo para los que tienen cabras, corderos, chivitos y otros animales de esta zona. Hemos estado viendo de qué manera poder tratar de gestionar medidas, a través del Ministerio de Agricultura, para poder prevenir lo que ya sabemos que va a pasar. Por más que caiga nieve el resto del mes o hasta septiembre, no vamos a recuperar esa napa”.
Goye, quien además es miembro de la Nueva Agrupación Vuriloche (NAVE), señaló la urgencia de fondos para los pequeños productores, para poder hacer perforaciones o captación de agua, y ver cómo optimizar los riegos, mediante goteo y microaspersores. “Para eso necesitamos que el Estado esté presente, invierta recursos para poder aprovechar la poca agua que haya y no desperdiciarla”, manifestó.
La referente de agricultura familiar advirtió que el sector se está reactivando “de a poco”, ya que la economía popular estuvo complicada durante los primeros meses de la pandemia: “nos veíamos limitados para comercializar los productos”. “Vino bien esta temporada, pudimos trabajar y tomar fuerza para arrancar”, agregó.
Sin embargo adelantó la preocupación por la sequía que habrá en los próximos tiempos, y apuntó que “ya el año pasado hubo problemas y se nos dificultó la última cosecha de frambuesa y fruta fina; fue muy complicado porque hubo falta de agua. Este año, ni hablar”.
Además, Goye habló sobre el riesgo de incendio: “vamos a estar al límite”.
Cabe recordar que con las grandes nevadas del 2020 que perjudicaron a los pequeños productores, desde la FONAF habían presentado la inquietud al Ministerio de Agricultura, por los forrajes, para poder prever los hechos. “Hubo gran cantidad de mortalidad de animales, mucha pérdida que termina destruyéndonos porque no tenemos manera de recuperarnos”, relató.
Y agregó: “este año pensamos que la problemática va a pasar por la sequía y los incendios. La idea es trabajar las organizaciones junto al Estado para ver cómo prever estos riesgos que van a venir. Hay que buscar la manera de adelantarnos y no lamentarnos después, como siempre”.
“Si bien siempre hay fondos para las emergencias climáticas, nunca llegan al pequeño productor agrícola. Generalmente, se mal distribuyen en los grandes, porque es lo que se prioriza”, finalizó.


























