Después de disfrutar de las playas recorda llevarte los residuos

Si queremos preservar estos escenarios naturales se necesita de atención, cuidado y consejos.

Cuidar los entornos naturales es una responsabilidad compartida que requiere de un compromiso activo, tanto de los visitantes como de las comunidades locales.

Llévate todos los residuos. Cada visita a la playa debe concluir llevándonos todo lo que trajimos. Esto incluye basura, alimentos (cáscaras de frutos secos, piel de las frutas, etc.) 
Usa los contenedores. No olvides separar la basura correctamente y usar los contenedores destinados para su reciclaje. Si no hay contenedores cerca, guarda la basura hasta que encuentres un lugar donde desecharla.
Evita los plásticos. Los plásticos de un solo uso son uno de los principales contaminantes en las playas. Evita, especialmente, los plásticos que pueden salir volando y perderse en la naturaleza, como las bolsas de plástico, los films o las botellas vacías.
En caso de fumar. Si vas a fumar, no dejes la colilla en la arena. Muchos animales pequeños pueden confundir la colilla con comida, poniendo en riesgo su salud.

Cuida la fauna y flora local. Muchas playas son hogares de especies endémicas y vulnerables. Es importante no molestar a los animales del entorno, no alimentarlos, evitar dañar plantas o formaciones naturales. Respeta las normativas locales. Cada lugar puede tener sus propias reglas, como restricciones en sectores de nado, pesca, navegación, regulaciones sobre fogatas o las zonas protegidas. Estas reglas están por una razón, y romperlas puede perjudicar el ecosistema.
Tener en cuenta los accesos. Los coches y las motos. Pueden derramar líquidos contaminantes y aplastar formaciones naturales. 

Si vas con mascotas. Recordar recoger los desechos y no dejarlos en la lugar.

Desde el punto de vista de la salud humana, las playas sucias representan un riesgo, ya que pueden atraer plagas y propagar enfermedades, además de afectar la calidad del agua, impactando actividades como la natación y la pesca.

En general, mantener las playas limpias y cuidadas no solo beneficia al medio ambiente (que es la principal razón), sino también a nosotros mismos. Playas limpias son sinónimo de aguas más saludables, lo que se traduce en un mayor disfrute y seguridad para los bañistas.

Mantener los sectores de playas limpias es más que una tarea, es un acto de conciencia y responsabilidad. Comprender y practicar cómo cuidar las playas no solo preserva su belleza, sino que también protege los ecosistemas marinos. Cada acción que tomamos para limpiar las playas tiene un impacto positivo, no solo en nuestro entorno inmediato, sino en el equilibrio global del planeta.