- La Argentina avanza en reducir a cero la tolerancia de alcohol al volante. Aun en cantidades mínimas, el alcohol aumenta hasta 3 veces la posibilidad de protagonizar un siniestro vial.
- En la baja de la alcoholemia inciden diversos factores, como la cantidad de alcohol que bebimos, el tipo de bebida, nuestro peso y si comemos alimentos o no. Por lo general, el hígado metaboliza 0,12 gramos de alcohol por litro de sangre por hora.
- Ni hacer ejercicio, ni masticar granos de café o chicle; ni comer caramelos de menta; ni beber agua después de tomar alcohol ayudan a reducir nuestra tasa de alcoholemia.
La Argentina avanza, en sus distintos niveles de gobierno, en reducir a cero la tolerancia de alcohol al volante. El Congreso que prohíbe conducir en rutas nacionales después de haber bebido y otros distritos, como las provincias de Córdoba y -más recientemente- Buenos Aires, y varios municipios, ya tienen en vigencia leyes similares.
Como contamos en esta nota aun en cantidades mínimas, el alcohol aumenta hasta 3 veces la posibilidad de protagonizar un siniestro vial. “La ley es fundamental para terminar con la especulación, que cuesta vidas. ‘Me tomo una cerveza o 2; total, quizás no llegue al 0,5’. Si hay que conducir, es cuestión de organizarse para que lo haga quien no ha bebido alcohol”, sostuvo David Berstein, abogado de la Asociación Madres del Dolor, que reúne a familiares de víctimas de siniestros viales.
Sin embargo, en vacaciones surge el interrogante de cuándo es prudente volver a conducir si durante el día tomé alcohol. Si en el almuerzo bebí una copa de vino, ¿puedo subirme al auto y manejar a la noche? ¿Cuánto tarda el organismo en metabolizar el alcohol? Tomar mucha agua o café, ¿me ayuda a reducir el nivel de concentración de alcohol en sangre? En esta nota, respondemos a estos interrogantes y desmontamos algunos mitos.
¿Cuánto tarda el organismo en metabolizar el alcohol?
¿Tomar agua o café ayuda a que baje la alcoholemia?
No hay ningún factor externo que altere la alcoholemia. Ni el agua ni el café son capaces de reducir el nivel de alcohol en sangre. De todas maneras, Damin señaló que “es muy recomendable beber mucha agua por el efecto diurético que tiene el alcohol, ya que al beber alcohol se orina más y se genera más sed, lo que puede originar y agravar un cuadro de ebriedad”.
Es importante aclarar, de todas maneras, que esa agua que bebemos entre copa y copa sirve para evitar la ebriedad pero no para disminuir la concentración de alcohol en sangre. En otras palabras, el agua no ayuda a que baje la alcoholemia y que, así, se pueda volver a conducir sin riesgos de un siniestro y de que en un eventual control policial el test nos dé positivo.
¿La comida cambia el proceso de absorción del alcohol?
La comida cambia la forma en que el organismo procesa el alcohol. “Cuando el alcohol llega al estómago vacío, pasa directamente al intestino delgado y al torrente sanguíneo”,expmico la hepatóloga Jamile Wakim-Fleming de la Cleveland Clinic. “Te sentirás más intoxicado y puedes notar efectos tóxicos más fuertes, como malestar estomacal y resaca”.
Por otro lado, la comida hace que el alcohol permanezca en el estómago durante un tiempo. “El estómago tiene tiempo de descomponer parte del alcohol antes de que pase al intestino delgado”, sostuvo la especialista. Y agregó: “podés evitar algunos de los efectos tóxicos del alcohol, pero eso no cambiará lo pronto que puedas pasar un control de alcoholemia”.
A su vez, ue “la velocidad a la que se absorbe el alcohol depende de la rapidez con que el estómago vacía su contenido en el intestino” y que “cuanto mayor sea el contenido de grasa en la dieta, más tiempo requerirá este vaciamiento y más tiempo llevará el proceso de absorción”.
Además, dice la publicación: “Quienes beben alcohol después de una comida que incluye grasas, proteínas y carbohidratos absorben el alcohol unas 3 veces más lentamente que cuando consumen alcohol con el estómago vacío”. Beber alcohol con el estómago lleno puede retrasar la absorción del alcohol y hacer que se produzca de forma más gradual. Sin embargo, el alcohol ingerido siempre terminará por pasar a la sangre.
Algunas falsas creencias sobre el consumo de alcohol “ni el café, ni el té, ni darse una ducha, ni dormir un poco son estrategias capaces de reducir los niveles de alcohol” y que no es cierto que evitaremos un test positivo si tomamos alcohol de a poco a lo largo del día o de una noche, porque si se bebe continuamente durante algunas horas, aunque sea poco a poco, nuestra alcoholemia puede ser al final mayor de lo que pensamos.
“Frente a lo que se suele pensar, ninguna de las siguientes estrategias ha demostrado ser eficaz para reducir nuestra tasa de alcoholemia: hacer ejercicio; tomar chicles, caramelos balsámicos, menta u otras hierbas; tomar caramelos u otros productos con azúcar; masticar granos de café; beber aceite; fumar abundantemente; consumir cocaína; usar determinados espráis bucales; beber mucha agua después de tomar alcohol y tomar clara de huevo”.
Además, en el informe se recuerda que “es importante no combinar el alcohol con medicamentos u otras drogas”, porque esto puede “potenciar los efectos del alcohol, de las drogas o de los efectos secundarios de los medicamentos, multiplicando la probabilidad de accidente”.